Como consecuencia de los meses de reclusión, los casos de problemas mandibulares, como el bruxismo, han aumentado considerablemente. Sin embargo, estas enfermedades son comunes en la población y se sabe que causan molestias en el cuello y dolor en la mandíbula, especialmente al masticar. Aunque parezcan síntomas comunes y tolerables, en muchos casos, el afectado no sabe que tiene una enfermedad mandibular.
¿QUÉ SON LOS TRASTORNOS DE MANDÍBULA?
Conocidos comúnmente como trastornos de la articulación temporomandibular, se trata de un grupo de afecciones que suelen provocar dolor y una disfunción importante de la articulación de la mandíbula y de los músculos que controlan su movimiento.
Tras muchas investigaciones, los investigadores han clasificado estas afecciones en tres grandes categorías:
- El dolor miofascial incluye el malestar o el dolor que afecta a los músculos que controlan totalmente la función mandibular.
- La acumulación de líquido dentro de la propia articulación suele estar relacionada con el desplazamiento del disco intervertebral, y en otros casos está relacionada con la dislocación mandibular o incluso con el daño directo del cóndilo mandibular.
- La artritis
CAUSAS MÁS FRECUENTES DE LOS TRASTORNOS DE MANDÍBULA
El trauma en la mandíbula o directamente en la articulación temporomandibular suele ser la causa más común de algunas enfermedades de la mandíbula, pero en la mayoría de los casos, la causa exacta del trauma no está bien establecida. Esto explica por qué muchos pacientes no tienen una causa obvia al comienzo de sus síntomas. Dado que las mujeres desarrollan enfermedades de la mandíbula con más frecuencia que los hombres, muchos estudios recientes han tratado de determinar si existe un vínculo entre las hormonas femeninas y estas enfermedades.
SÍNTOMAS DE LOS TRASTORNOS DE MANDÍBULA
En este tipo de trastorno pueden aparecer muchos síntomas. Los más comunes son el dolor en los músculos de la masticación o en la articulación de la mandíbula. Otros síntomas no son menos frecuentes:
- Dolor que puede irradiarse a la cara, la mandíbula o incluso el cuello.
- Rigidez de los músculos responsables de los movimientos de la mandíbula.
- Disminución o bloqueo de los movimientos mandibulares (cuando son muy intensos, la mandíbula puede bloquearse).
- Ruidos de chasquidos, crujidos o rechinidos, acompañados de un intenso dolor en la articulación de la mandíbula al abrir o cerrar la boca.
- Cambios en la forma de encajar los dientes superiores e inferiores.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA UN TRASTORNO DE MANDÍBULA?
Incluso hoy en día, no se ha desarrollado ninguna prueba estándar para diagnosticar correctamente los trastornos mandibulares. Como las causas y los síntomas aún no están bien definidos, es difícil y confuso identificar estos trastornos.
Para hacer el mejor diagnóstico, el dentista tendrá en cuenta los síntomas, el historial médico detallado y un examen minucioso de las zonas afectadas, incluyendo la cabeza, la cara, la mandíbula y el cuello, para determinar si hay dolor, chasquidos o crujidos, o dificultad de movimiento. Los estudios de imagen, como las radiografías, también se recomiendan en estos casos.
Los principales síntomas que se tienen en cuenta para diagnosticar un trastorno mandibular son:
- Ruidos al abrir y cerrar la boca.
- Contracturas en el cuello y en los laterales de la cabeza y la cara.
- Dolor de cuello o nuca y dolores de cabeza, que se agudizan al ponerse de pie.
TRATAMIENTO PARA LOS TRASTORNOS DE MANDÍBULA
Dado que hay que realizar varios estudios sobre la seguridad y la eficacia de los tratamientos utilizados para los trastornos de la mandíbula, los expertos recomiendan utilizar los tratamientos más conservadores y reversibles posibles. Al ser conservadoras, no son invasivas para los tejidos de la cara, la mandíbula o la articulación; y al ser reversibles, los cambios que provocan no son permanentes. Incluso cuando los trastornos mandibulares son persistentes y agudos, en la gran mayoría de los pacientes no será necesario un tratamiento agresivo. Sólo en un pequeño número de casos se llevan a cabo tratamientos irreversibles, cuando el trastorno se considera muy persistente y no mejora con ningún tratamiento.
TRATAMIENTOS CONSERVADORES
Los trastornos mandibulares más comunes son transitorios y no empeoran con el tiempo. Por lo tanto, en estos casos, es preferible utilizar un tratamiento sencillo para aliviar las molestias. Esto incluye la administración de analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos o incluso AINE, que no requieren receta médica. También se recomienda utilizar un protector bucal o de mordida.
TRATAMIENTOS IRREVERSIBLES
Los tratamientos quirúrgicos se aplican para determinados tipos de trastornos. Suelen ser controvertidas, ya que son irreversibles y deben evitarse a toda costa a menos que sea estrictamente necesario. Todavía se están realizando estudios clínicos para certificar la seguridad y eficacia a largo plazo de estos tratamientos para los trastornos mandibulares. La sustitución total de la articulación de la mandíbula con implantes artificiales, por ejemplo, suele provocar fuertes dolores, daños permanentes en la mandíbula y un periodo de recuperación muy largo.
¿QUIÉNES SUELEN PRESENTAR ESTOS PROBLEMAS EN LA MANDÍBULA?
Incluso hoy en día, es difícil establecer un perfil único de la persona más propensa a sufrir un trastorno de la mandíbula, ya que es una enfermedad que se da en ambos sexos e incluso a cualquier edad. Además, hay diferentes elementos que dependen del factor que lo haya provocado.
Cabe señalar, como se ha mencionado, que se observa una cierta prevalencia en el sexo femenino. Múltiples estudios han llegado a la conclusión de que estos trastornos son mucho más frecuentes en mujeres de entre 20 y 40 años, con antecedentes de dolores de cabeza crónicos y fuertes dolores de cuello.
En cuanto a la edad, no hay un rango de edad específico. Tanto las personas mayores como las más jóvenes pueden sufrir trastornos del movimiento de la mandíbula, pero los factores que los provocan pueden variar. Se han realizado varios estudios y se ha demostrado que en las personas mayores la causa de estos trastornos suele ser dental, como la falta de dientes, mientras que en los más jóvenes la causa más común es el bruxismo, las muelas del juicio e incluso el apiñamiento de los dientes.
CONSEJOS ÚTILES SI PADECES DE UN TRASTORNO DE MANDÍBULA
Hay ciertos hábitos que es recomendable seguir para ayudar a aliviar los síntomas de los trastornos de la mandíbula, entre los que tenemos:
- Intenta comer alimentos blandos.
- Si siente dolor, aplique una bolsa de hielo.
- Evite los movimientos bruscos de la mandíbula, como bostezar con la boca abierta en exceso, cantar en voz alta y masticar chicle.
- Practicar técnicas de relajación para ayudar a reducir el estrés.
- Practique estiramientos y ejercicios suaves de la mandíbula que ayuden a relajar los músculos que intervienen en la masticación.